CALDERAS DE GAS DE CONDENSACIÓN

Las calderas de gas de condensación además de ser calderas estanca, es decir, que poseen un compartimento que está totalmente cerrado, donde realizan la combustión del gas, aprovechan también el calor y la energía de los gases que se producen y se expulsan después de la combustión, ofreciendo un rendimiento mayor al resto de calderas.

Podemos decir que son la gama más alta de calderas, puesto que son las más eficientes e incluso regulan la temperatura según la demanda energética.

Las calderas producen calefacción y ACS. Se pueden instalar en edificios con sistemas centralizados, pisos, viviendas unifamiliares.

Los sistemas de distribución del calor para las calderas de condensación son:

• Radiadores: son los elementos que por medio de agua caliente, producen el calor en los espacios a calentar.
• Suelo radiante: es un sistema de tubos que se colocan por debajo del suelo, por los cuales circula el agua caliente. La temperatura a la que circula el agua está entre los 35º y 45º, que es la misma temperatura a la que la caldera funciona, de esta manera se produce un ahorro importante de energía. El suelo es el emisor de calor, calor que se distribuye homogéneamente por toda la casa, lo cual sirve para aumentar el confort de las estancias. Los radiadores en este caso no son necesarios.

Debemos tener en cuenta que aunque inicialmente se necesita realizar una mayor inversión en su compra, llegan a producir un ahorro energético superior al 25% en relación a una caldera convencional.

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